La Casa Dominicana...
Siempre he pensado que viajar tiene un encanto especial si sabemos integrarnos en las vidas, en las costumbres y en la forma de vida de la gente que vive en el lugar que se visita, una muy buena forma de hacer esto es a través de las comidas, otra forma es a través de las casas.
Siempre he pensado que viajar tiene un encanto especial si sabemos integrarnos en las vidas, en las costumbres y en la forma de vida de la gente que vive en el lugar que se visita, una muy buena forma de hacer esto es a través de las comidas, otra forma es a través de las casas.
En España no tenemos costumbre, en lineas generales, de invitar a nuestra casa a un extranjero a primeras dadas. Digamos que antes de enseñar nuestro hogar nos gusta conocer muy bien a quien nos visita. Pero en otros países, y así le ocurre al dominicano, se enorgullecen de recibir invitados en sus hogares, aun que solo sea por unos minutos.
Tras cenar fuimos a la que iba a ser mi primera visita a una casa dominicana. al igual que en todos los lugares del mundo, casas hay muchas y todas son distintas, pero como es lógico siempre hay unos denominadores comunes que identifican las casas y los hogares de un pueblo. La primera sensación que recuerdo recibir de esta visita, es un enfrentamiento de sensaciones complicado de explicar: Por un lado las Casas Dominicanas reflejan en sus puertas, generalmente abiertas para expresar claramente ese gusto por las visitas y por compartir unos momentos, una cerveza o un café con cualquier familiar, vecino, amigo o visitante. Por otro lado las puertas de reja utilizadas en todas las casas incluso en patios traseros, denota un miedo intrínseco a ser asaltado. Se trata por tanto de un sentimiento enfrentado entre el aperturista y cálido recibimiento, y el miedo al asaltante. No quiero con ello decir, ni mucho menos, que República Dominicana sea un lugar inseguro o peligroso, por que no lo es mas que otros lugares del mundo. Y tampoco quiero decir que su pueblo sea miedoso o cobarde, es más creo que es todo lo contrario se trata de gentes valientes, a quienes les gusta proteger lo que es suyo.
Sencillo, Humilde pero muy Acogedor ...
La casa media de un dominicano es un lugar sencillo y humilde pero muy acogedor, con espacios suficientes y preparados para sentirse muy cómodo. En el hogar de un dominicano medio, no encontraremos grandes lujos, pero contará con todo aquello que sea necesario para que la vida en casa sea muy agradable. Debo reconocer que en mis múltiples visitas a esta casa, en la que he llegado a dormir en diversas ocasiones, lo único que he llegado a echar en falta es el agua caliente, que para ellos, y en parte es lógico, no es para nada necesaria, pero para los que nos hemos acostumbrado a utilizarla incluso en verano, pues es imprescindible. De todas las demás comodidades que un Español pueda desear tener en su casa, los dominicanos disponen en las suyas, en mayor o menor medida.
Una Distribución Diferente ...
Un casa típica dominicana adolece de exceso de pasillos, y eso refleja una vez más ese carácter abierto y al entrar a una casa te encontrarás sin más en medio del salón, Los pasillos dejan un mayor espacio a otras estancias del hogar, que por otro lado no tienen ningún reparo en mostrar a todo aquel que los visite. En seguida noté que con ello consiguen aun distribución del hogar muy diferente al que estoy acostumbrado en España al tiempo que ganan espacio para las diferentes partes de la casa.
La Mecedora ...
Debo reconocer que no me sorprendió en un primer momento, por que en España también se ha utilizado mucho, aunque está cayendo en desuso, pero en Santo Domingo una casa no termina de serlo si no hay al menos un par de mecedoras, y en eso me recuerdan a mis abuelos, que siempre conservaron en su casa un juego de mecedoras de madera. La mecedora es una parte muy importante del mobiliario de los hogares dominicanos y así lo demuestra el hecho de que en todas las que he tenido el gusto de visitar es un elemento que no falta.
El Abanico ...
Otro detalle que me llamó la atención, son los abanicos (ventiladores realmente), que no deben faltar en ningún hogar, sobre todo en la época veraniega, es la mejor forma de combatir el calor. Poco a poco el Aire acondicionado va abriéndose camino en el hogar del Dominicano, pero a mi personalmente me parece que tiene más encanto su "abanico", ya sea de techo o portátil, que además de consumir menos energía proporciona una sensación más agradable.
El Inversor ...
Pero sin ninguna duda, la mayor de las diferencias y lo que más me sorprendió, en cuanto a características de las viviendas dominicanas se refiere, es la presencia de un equipo electrónico que unido a unas baterías (generalmente de Camión a 12 V), sirven de equipo auxiliar de energía eléctrica para paliar los continuos apagones que sufren diferentes zonas de la capital. El Inversor transforma en corriente alterna la energía almacenada en las baterías y la entrega a la vivienda en el momento en el que se produce la falta de energía de la red. Las baterías se recargan cuando hay energía en la red eléctrica usando también el inversor para transformar la corriente alterna en continua. Es algo sencillo, pero muy importante en muchos hogares dominicanos. Esto explica que una de las frases que más escuché y que dicen con mucha alegría es:
¡¡¡ LLEGÓ LA LUZ !!!
Seras visitante, pero te harán sentir en tu casa ...
He tenido una gran suerte de poder entrar a formar parte de una familia dominicana. Cada vez que viajo a este hermoso país me siento como en mi propia casa, querido y arropado por todos mi familia y amigos. La forma de recibir a un extraño que tienen en este lugar hace que te sientas como si los conocieses de toda la vida y este exactamente fue mi sentimiento al llegar a esta casa que visitaba por primera vez y en la que he estado en incontables ocasiones: me sentí en mi casa y acompañado por personas que conocía de muchos años, aunque en realidad solo hacia unos segundos que los había conocido.
.......
Tras la visita, el cansancio se apoderó definitivamente de mi, y me volví al hotel a dormir y recuperar fuerzas, el día siguiente (sábado 6 Octubre de 2007) prometía nuevas experiencias y anécdotas que requerían de mi atención y para ello el descanso era fundamental.
Continuará ...
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